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miércoles, 14 de septiembre de 2011

JUNIO

"HUARACINOS DE LOS 70"

Después de retirarse las lluvias quedan todos los campos humedecidos, la tierra, comportándose como una esponja se queda empapada y luego poco a poco empieza a soltar este liquido a través  de los manantiales y los puquios, dando vida a nuestra cordillera negra. Gracias a esto, lomas, praderas, y quebradas, se llenan de arbustos y hierbas silvestres como el Amor seco (Shilku), la mostaza, el Yacón, por donde picaflores y abejitas succionan su alimento. Se puede observar a estas últimas en vivas vuelo aprovechando las primeras horas de la mañana, visitando cada flor, succionando su néctar y a la vez colaborando con el proceso de polinización de estas tímidas plantas, trueque natural, ley de compensación, tú me ayudas y  yo también, la sabia naturaleza, dándonos lecciones de vida.
Desde la ciudad  podemos ver el verdor de nuestros cerros, tanto en la cordillera blanca como en la negra, en los campos de cultivo se aprecia a la papa floreando, abriendo sus pétalos de color morado, color que invita al amor, todo esto marca que el mes de mayo ya termina.
Y así en estos días de transición los campo de  vivas verdor, Se empiezan a deslucir braseados por el sol intenso de cada medio día, más y más  más  hasta ponerse amarillos.
Una de esas mañanas al despertar, podremos  ver  la falda de los cerros pintados ya de ese amarillo que se confunde con el dorado, color de los trigales con su fruto ya maduro, al levantar la mirada al cielo,  será difícil encontrar una nube, un cielo de azul intenso, y el sol radiante acompañado de una aureola nos indica que ya estamos  en el mes de  Junio. 
Estando en la ciudad podemos aprovechar para comer unos helados, o una raspadilla bañada con jarabe de frutas, tenemos una fruta  propia de nuestra campiña El Purush (con forma de un puro de tabaco), tiene un sabor tan ácido como el maracuyá, plantas trepadoras del genero de las passiflora, también tenemos a la Zarzamora, una frutilla mas menuda que las moras, y finalmente el Sauco o Uva de Judas. Es así que si se deciden por degustar una raspadilla, no hay  como  bañarlas con estos tres jarabes: Purush-Zarzamora-Sauco.
Y si estamos por la campiña, no hay como bajar el calor con una Chicha de Jora, podrán identificar la casa donde la  preparan, si en ella ven una banderita roja (la banderita roja significa que allí venden chicha y la blanca que venden pan)
En las tardes después que el sol se pone  tras de la cordillera negra, podremos  ver como la cordillera blanca se transforma  en un naranja abrazador, debido a los rayos de un sol que agoniza en el mar, nos cuentan los montañistas  que coronaron la cumbre del Huascarán, que desde allí se contempla una parte del mar de Chimbote. Y en el atardecer  desde este pico nevado se observa aquel original Sun Set  de nuestro sol que se despide prolongando sus últimos rayos hasta esta cima que se revela a la rotación de la tierra.
Y  la magia de nuestra naturaleza no deja que esto nos ponga muy tristes sincrónicamente, en el cielo empiezan a aparecer las estrellitas, tímidamente titilando, como queriendo saltar para alegrarnos, pero vemos que no pueden, también tienen que obedecer al creador, que les dice solo se mueven de este a oeste y nada más. Y nos miran, les gusta encontrar parejitas que se juren amor, porque saben que ellas miraran al cielo y las buscaran, siempre habrá alguien por quien brillar mas se dicen para sí.
Si te juras Amor escogiendo una estrella del cielo Huaracino,  vivirás por siempre  en el corazón de tu pareja.
La noche sigue oscureciéndose y el azul eléctrico, pasó a azul marino, luego a azul ultramar y luego, al negro que nos permite ver a las estrellas más pequeñas, a familia de estrellas, y allí encontraremos a las 7 cabrillas, al arado, a la cruz del sur……….quietitas inamovibles, pero de pronto aparece surcando el cielo una traviesa, una estrella fugaz, y ante la pasividad de la noche nos exaltamos, pensamos en un deseo escondido, que sentimos alcanzable por haber visto a ese diminuto meteorito surcando nuestro constelado cielo Huaracino.
Si miramos con más detenimiento podremos ver nubes en este ambiente negro, no son nubes de agua, es el polvo cósmico, uno de los brazos de nuestra vía láctea. Algunos cúmulos son galaxias lejanas, y ante tanta inmensidad nos sentimos pequeños, pero como aquellas pequeñas estrellitas nos aferramos a nuestra pretensión, pretensión de haber nacido en uno de los lugares más hermosos de nuestro planeta, pretenciosos de ser Huaracinos. Huaracinos de los 70.

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