Olimpio
Cotillo Caballero cotilloc09@hotmail.com
Fuente: www.olimpiocotillo.com
Por: Danilo Sánchez Lihón
A.
El Perú es uno de los
países con mayor potencial energético por la fuerza de sus ríos, el genio de
sus hombres y su ancestro cultural, en donde encontramos aquellos valores que
nos permitirán reencontrarnos con nosotros mismos y nuestra verdadera historia.
Santiago Antúnez de Mayolo |
Todo ello aunado a lo
que es lo más importante: el esfuerzo mancomunado y la capacidad de
organización social, inspirado y alentado todo ello por supremos valores humanos,
como la solidaridad, grito de guerra frente al liberalismo y a la
globalización.
Esta es la fórmula que
dio como resultado la grandeza del imperio incaico, que felizmente la
contenemos en nuestra herencia genética para ofrecérsela al mundo.
B.
¿Y, si no, por qué de
las diez grandes culturas de América del Sur, la totalidad de ellas florecieron
en lo que es el territorio del Perú?
Para corroborar que
todo ello está vivo, otra vez se plasma y perfila en la vida y obra de César
Vallejo, así como en la vida y obra de Santiago Antúnez de Mayolo, quien a su
pasión por el átomo, la energía, las hidroeléctricas, sumó su desvelo por los
fertilizantes, la alimentación en base a nuestros productos naturales, y la
educación de nuestro pueblo. El 45% de la potencia energética con la cual
cuenta ahora el Perú es gracias a su esfuerzo.
Su exaltación
felizmente fue trasladada a sus hijos, como es el caso de Erick, descubridor de
alimentos básicos para la mente humana, como el Sacha Inchi, y formador de
talentos entre niños y jóvenes.
Por todo ello, he aquí
un fragmento de la vida y obra asombrosa de Santiago Antúnez de Mayolo.
1.
Es genial
– Esta vez colegas lo
digo sin ambages, reticencias ni recelos. Soy franco, cuando tengo que señalar
errores, en ese caso lo hago francamente y sin tapujos. Pero ahora declaro
solemnemente: ¡que un genio se pasea por las aulas del Colegio Nuestra Señora
de Guadalupe!
Colegio Nuestra Señora de Guadalupe! |
– Estoy sorprendido,
admirado, estupefacto, amigos y colegas.
– Y ¿cuál es ahora el
problema?
– No he dormido toda la
noche. Primero revisando las últimas revistas científicas y técnicas para ver
si este trabajo era calco y copia. Y no. ¡Nada que me lo advierta! Ningún
indicio. Al contrario. Recién al amanecer me he convencido, después de releer línea
por línea, que este trabajo es original. Además por el lenguaje y la manera de
razonar y de exponerlo, propia de la gente del Ande.
– ¿Entonces cuál es la
cuestión? ¡Habla claro!
– ¡Que es genial! Y no
quepo de gozo.
2.
¿De dónde salió?
– Pero explícanos un
poco Chacaltana, por favor. Porque aquí, entre todos, creo que sentimos que
estás divagando. Dinos: ¿de qué se trata?
– Ah, bueno. Yo encargo
un trabajo a los alumnos de Quinto Año sobre los condensadores eléctricos, a
fin de comprobar si habían entendido el mecanismo de su funcionamiento que he
explicado en clase. Y revisando uno por uno los trabajos me encuentro con este,
que no trascribe los conocimientos ya sabidos sino que plantea una nueva
fórmula de hacerlos. Sencillamente genial y magníficamente sustentado. Y lo
hace con planos, diseños y ecuaciones matemáticas complejas.
– ¡Ajá!
– Entonces me
sorprendo. ¿Qué es esto?, me digo. ¿De dónde salió? Golpeándome la frente me
digo y me repito a mí mismo: ¡Cesáreo Chacaltana!, ¿cómo es que este chico sepa
más que tú? Además, me pregunto: ¿Quién es? Estamos a mayo, y confieso que no
conozco a la totalidad de mis alumnos.
– Pero, ¿ha puesto su
nombre en alguna parte del trabajo?
3.
¿De dónde viene?
– ¡Claro! Sí. Aquí
está: Santiago Antúnez de Mayolo. Pero, ¿quién es?
– ¡Ah, por supuesto! Ya
te iba a decir, lo sospeché. Es el nuevo alumno. El serranito que ha entrado.
¡Es sorprendente! ¡Es un chancón!, pero de los buenos.
– ¿Cómo así, ah?
– Es un as, una
alhajita. Es el nuevo alumno matriculado en Quinto Año que ha llegado de la
sierra.
– Y, ¿cómo, ah? ¿De
dónde?
– De Ancash
– ¿Y qué hay en Ancash
que no tenga el glorioso Colegio Nuestra Señora de Guadalupe, ah? ¡Y de Ancash
tiene que venir a sorprender a la crema y nata de la ciudad de Lima! Confieso
que no entiendo. Y a él no lo ubico.
– Es que es
introvertido, callado y tímido. Parece ajochado frente a los otorongos y pavos
reales que hay aquí.
– En labia y en
soberbia lo comen vivo.
4.
Saber quién es
– Pero, ¿cómo es eso?
¿Viene de provincia y deja lelos a todos en el Guadalupe? Porque, ¿no viene de
París?, ¿no? Ni de Londres o de Nueva York. ¿No es cierto?
– Totalmente.
– Tampoco es de clase
adinerada, por lo que me dicen ustedes, al describirme que su presencia es
humilde. Tampoco es de familia de abolengo.
– Eso es lo que sabemos
de él.
– Insólito. Inaudito.
Inconcebible. Además, porque viene de Huaraz, una provincia refundida en Los
Andes.
– Y ni siquiera es de
Huaraz, sino de un villorrio perteneciente a un distrito de una provincia de
Ancash.
– ¡No lo puedo creer!
Pero ahora lo sabré, porque justo es mi hora de clase con esa sección. Y
deséenme suerte, por favor. La necesito como nunca.
– ¡Suerte, amigo
Chacaltana, suerte!
– Ahora recién voy a
despejar todas mis dudas. ¡Y saber quién es!
– Buenos días, alumnos.
– Buenos días,
profesor.
5.
Propia Inventiva
Huacllán Aija, Ancash,Foto:Nalo. |
– Sí, profesor. Soy yo.
– Muy bien. Adelante,
por favor. Pase usted a la pizarra. Desarrólleme la función trigonométrica para
convertir la energía alterna en energía continua.
– Sí, profesor. Es la
siguiente.
– Especifique en ella
con mayor claridad la relación de seno, coseno y tangente.
– Es esta, profesor.
– También precise la
cotangente; secante y cosecante.
– Y anóteme las
relaciones entre esos distintos componentes.
– Son las siguientes,
con algunas alternativas de innovación.
– Entonces, ¿el trabajo
sobre condensadores eléctricos es de su propia inventiva?
6.
¿Dónde y cómo?
– Sí, profesor,
totalmente. Mientras usted explicaba yo pensé que podía variar la relación.
– Y se atrevió a idear
otra fórmula.
– Sí, profesor: otra
relación entre voltaje, resistencia e intensidad en un condensador eléctrico.
– Por sus conocimientos
y por su lenguaje veo que usted tiene una buena base de conocimientos técnicos
y científicos. ¿Dónde y cómo los ha aprendido usted?
– La educación primaria
la he cursado en la escuela de la capital de la provincia de Aija, en el
departamento de Ancash, cercana a Huacllán que es donde yo he nacido y me he
criado.
– Y, ¿después?
– Cuatro años de
educación secundaria los he cursado en el Seminario de San Agustín de Huaraz.
– ¿Tienen allí
laboratorios? ¿Tienen allí talleres de experimentación? ¿Quiénes han sido sus
profesores? Y, por lo que aparenta, ha leído e investigado usted mucho. ¿En
alguna biblioteca especializada?
7.
Por uno y otro sitio
– Mi casa queda al
borde de un camino, o mejor digo, de una cuesta, o tendida en un camino de
herradura. Son muchos los viajeros, arrieros, peregrinos, incluso exploradores
extranjeros que pasan por ese sendero que sube de Huarmey hacia Huaraz, rumbo a
la Cordillera Blanca. Ahí aprendí el arte de escuchar que es tener muchas e
infinitas bibliotecas especializadas.
– ¿Cree usted que eso
es suficiente?
– No, pero es el primer
peldaño y la puerta de entrada. Y ya sea porque les anochecía o ya sea por el cansancio
que los agobiaba a esos viajeros, siempre pedían posada en mi casa. Y mis
padres les prodigaban no solo techo y frazadas, sino también comida, como
cariño, respeto y aprecio. Entonces, alrededor del fuego, en el corredor de la
casa, mirando el patio y los cerros lejanos, los viajeros por la noche y a la
luz de la lumbre del fogón, que ellos mismos atizaban con leña que había allí,
narraban mil peripecias, historias y los conocimientos que los desvelaban, lo
que habían visto por uno y otro sitio del mundo, lo que está pendiente por
hacer entre nosotros, así como los libros que habían leído.
8.
Cada uno de esos viajeros
– Pero eso es tener una
referencia de los libros y no leer los libros mismos. Eso es tener una cultura
solo referencial.
– Es muy cierto, pero
es a partir de ella que se abren y se conocen la esencia de los libros. Yo
rescato mucho, profesor, el aura de los libros, así lo llamo yo, porque esta
aura debemos saber cultivarla y, a veces, es tanto o mucho más importante que
el libro mismo.
– Y aprendió a leer.
– Podría decir que así
aprendí a leer, primero oralmente los relatos fantásticos. Y los sueños de esas
personas, los viajeros. Era como si el fuego en el cual se sumergían con la
mirada los incentivara a encontrarse a sí mismos. Así aprendí el arte de
escuchar que hizo interesarme por el arte de conocer. Este arte hizo que ahonde
en el arte de leer, que descubrí por mí mismo en los libros que mi padre y mi
madre me alentaban a leer o ellos mismos me leían. Eso es lo que ha despertado
en mí el interés por el conocimiento. Cada uno de esos viajeros o peregrinos de
los caminos han sido mis maestros y creo que también mis bibliotecas
especializadas.
9.
Son legiones de obreros
– ¿Cuántos años tiene
usted?
– Ahora diecisiete, profesor.
– Sí, profesor.
–Aplausos y sonrisas de los compañeros.
– Y, ¿vive aquí en Lima
esa dama?
– No, profesor.
– Se han quedado en mi
tierra.
– ¡Ah, caramba!. Son
varias. –Risas jubilosas de los compañeros.
– No profesor. Yo estoy
enamorado de los ríos.
– ¿De los ríos? ¿Del
agua que corre por unos cauces llenos de piedras?
– Sí. Porque no solo
son bellos sino trabajadores, son legiones de obreros, multitud de brazos
pendientes de nuestras órdenes.
– ¡Ah, caramba! ¿Así,
no? ¡No me había dado cuenta de que fueran brazos!
– Hacen funcionar las
fábricas, encienden la luz de las ciudades, iluminan las casas, los comercios y
las universidades, los colegios como este, si los convertimos en energía
eléctrica.
– ¡Ah, claro! ¡Tampoco
me había dado cuenta!
10.
Ejército de luz
– Pero, además, son
guerreros del ejército inca para defender nuestra patria, soldados que cantan
himnos de victoria. Son nuestros incas que han querido permanecer como ríos
para nuevamente forjar la grandeza del Perú.
– Entonces usted cree
que los ríos tienen una época preferida y tienen ideología.
– Los Incas supieron
quiénes eran los ríos. Ahora no sabemos quiénes son y se los contamina y
depreda. Pero, aún así, son el magnánimo Pachacútec, de poder inmenso y noble.
Tienen el oro de la energía eléctrica para el país que soñamos. Son oro puro
porque su fuerza vale más que todo el oro que se llevaron los conquistadores en
la colonia.
– ¡Oiga usted! ¡Qué
interesante!
– Es un ejército de
luz, de coraje, de amor a la gente. Se trata entonces de extraer ese poder, esa
fuerza, esa nobleza. Cada río nuestro es diez mil, veinte mil, cincuenta mil
hombres trabajando. Es una multitud jubilosa de manes llenos de fe, vitalidad y
coraje. Son titanes. Y tienen de todo: agua para la agricultura, alimentos en
los peces y crustáceos, y energía incluso para tener calefacción y atemperar el
frío de nuestros pueblos.
11.
Estudiaré ciencias
– Y, usted, ¿también
escribe y hace literatura, no? Lo digo por la manera cómo habla y se expresa; y
sobre todo se ilusiona, porque los ríos que yo sepa más bien son destructivos.
Y lo estamos viendo ahora, por las noticias, ¿no?
– He escrito poemas y
he recogido y puesto en escritura algunos mitos y leyendas de mi tierra. Y
escribiré sobre nuestras culturas ancestrales que respetaban a la madre tierra
y supieron de la bondad de nuestros ríos y lagunas, de los nevados y la lluvia;
e hicieron canales y andenes y no los envenenaron como hacemos ahora que ni
respetamos su cauce. Los ríos no son malos, es la organización y el tipo de
vida que hemos adoptado lo que produce las desgracias.
– Entonces estudiará
historia.
– Aunque me gustan
mucho las humanidades, estudiaré ciencias y seré ingeniero eléctrico. Haré
hidroeléctricas para mi país. Los ríos, profesor, hasta en el lugar más feroz y
peligroso nos están ofreciendo algo noble. Por ejemplo en el Cañón del Pato
considerado el lugar más temible y espantoso y hasta infernal, un obstáculo
desde que fue un muro infranqueable para hacer avanzar por allí el ferrocarril
que uniera la costa con la sierra y llegara hasta Huaraz, que forma un cajón
profundo que se piensa que solo el diablo puede haberlo inspirado y que
consecuentemente es una maldición, se puede allí construir una hidroeléctrica
poderosa.
12.
A fin de volver
– ¿Y en qué se
utilizaría tanta energía? Las poblaciones de ese ámbito y región son pobres.
– Precisamente para que
dejen de serlas. Se construirían en sus cercanías fábricas de fertilizantes
para producir abonos utilizando las calizas del lugar, productos que son
necesarios para nuestra agricultura, convirtiendo esa región en el lugar más
florido del Perú.
– Y, ¿dónde piensa estudiar
esos conocimientos tan avanzados? ¿Aquí?
– Estudiaré ciencias en
la Universidad Nacional Mayor de San Marcos. E ingeniería eléctrica en algún
país de Europa que tenga ríos parecidos a los nuestros de la serranía y que
haya alcanzado a desarrollar en la instalación de hidroeléctricas, a fin de
volver y convertir los ríos del Perú en alegría y bienestar de la gente.
– ¿Tiene medios
económicos para hacerlo?
– La promesa de mi
padre, de ayudarme. Y mi padre, si bien no tiene muchos recursos, lo que promete
lo cumple.
13.
Ideas claras
– ¿Quiere a su tierra?
¿Ama al Perú?
– Mi sueño es estudiar también
astronomía para descubrir cuerpos celestes. Y a un grupo de ellos, ojalá que
sean estrellas aún no localizadas, darles el nombre del Perú y de Aija, mi
pueblo.
El profesor Chacaltana
es severo, trejo y rijoso. Sin embargo, al terminar la clase y salir del salón,
buscó un lugar apartado sacó su pañuelo y se lo pasó varias veces por los ojos.
– ¿Y cómo te fue amigo
Chacaltana? –Le preguntan en el Salón de Profesores
– Bien, hermano. La
vida nos da a veces gratas sorpresas. Y aunque nosotros no lo hayamos formado,
no sé por qué pero siento que mi vida recién ahora se justifica. Y ya puedo
jubilarme. Hoy día por fin me jubilo.
– Pero, ¿es autor del
trabajo?
– ¡Eso y mucho más,
hermano! Tiene las ideas más claras del mundo. Y me emociona saber, hermano,
que viene de una provincia, de dónde tú crees que no va a salir nada. Y de
dónde uno cree erróneamente que no hay nada que esperar.
14.
Ciertamente, sorprende
– ¿Así?
– Viene de un lugar que
creemos eriazo, desde el punto de vista de la ciencias, en donde falta todo. De
allí vendrá, como ahora, la mayor de las soluciones. Y me emociona de alegría
de que así sea. ¿Porque de ese modo se nos está diciendo que debemos tener
esperanzas de sobra. Porque si allí nacen los árboles genuinos y gigantescos, y
estas piedras preciosas, entonces quiere decir que ¡nos hemos salvado, hermano!
– Esto significa que
¿te has convencido de que él es el autor del trabajo?
– ¡Muchísimo, hermano!
Pero eso ya no importa. ¡Estoy llorando, hermano! Porque mira: aquí estudian
los hijos de los señores clase A. Pero viene gente humilde, que allá no tiene
nada y rayan aquí. Ahí está, en ese mismo salón, ese chico que viene de Ica,
Abraham Valdelomar. El otro de Puno, Federico More. Y ahora este joven de
Ancash. ¡Genios!
– Ciertamente, sorprende.
15.
Tú lucha está ganada
– El ser maestro da
satisfacciones como esta, porque a veces es como si el ángel te abrazara. Y
entonces te ahoga la emoción. Desde ahora yo postulo a Santiago Antúnez de
Mayolo para el Premio de Excelencia y Medalla de Oro al mejor alumno de su
generación. Y con eso me retiro de la vida magisterial.
– No olvides que ese
premio lo aprueba, lo otorga e impone el propio Presidente de la República. Le
extrañará y puede sorprenderse que no sea alguien ni de Lima ni de su clase
social.
– No importa. Entonces
no me jubilo sino que renunciaré. Ahora ya puedo retirarme e irme con la frente
en alto, a mis cuarteles de invierno. Y aunque yo no he tenido nada que ver en
su formación, pero siento que justifica mi vida. Hoy me he dicho: 'Chacaltana,
ya tu lucha está ganada'. No ha sido en vano que dediques tantos años al
magisterio y a trabajar sacrificadamente en la educación.
– Y ¡a todos, invito a
tomar un café, celebrando este día!
– Vamos, pues, yo
también necesito algo caliente.
16.
El Perú es eterno
– Les juro hermanos,
que me he emocionado. Más aún de ver a un muchacho humilde, como nosotros, como
tú y como yo. La misma piel, los mismos pómulos, el mismo pelo cetrino, pero
con tanta claridad de pensamiento y de alma. ¡Es increíble! El maestro también
tiene derecho a algunas alegrías y a algunas lágrimas. ¡Salud!, aunque sea con
café.
– Tiene razón el
profesor Chacaltana, colegas. En provincias, no hay laboratorios, no hay
bibliotecas, ni los profesores de San Marcos que son los mismos que enseñan
aquí en el Guadalupe, ni siquiera hay luz eléctrica. Y entonces, ¿cómo surgen
los alumnos que de allí nos llegan?
– Aija está
aproximadamente en los 3,400 metros de altitud, es decir allí hace un frío
tremendo.
– Por eso el Perú es
eterno, indestructible, un país diamante, porque su fuerza viene de adentro, no
de afuera. Por algo somos una de las cinco grandes culturas de la civilización
humana, según Arnold Toymbee.
17.
Lo vieron llorar
– Y, ¿quiénes han sido
los maestros de este muchacho? –le pregunté–. Por poco me dice: la vida. Es
decir la riqueza de experiencia de un país como el nuestro.
– ¿Esa es también tu
conclusión, querido Chacaltana?
– ¡Claro! Porque al
final en la formación de este chico estamos todos.
– Pero debe haber algo,
una referencia más específica.
– Simbólicamente, me ha
dicho, los caminantes, los peregrinos. Es decir, la experiencia acumulada.
– Realmente
extraordinario.
– ¡Ah, día estupendo es
este! No alcanzo a explicarme, pero estoy contento.
– Todos enseñan a
todos.
– No pensé que la vida
me iba a deparar esta emoción estupenda, ni a premiar de este modo. Me voy
feliz y contento. Ustedes me recordarán como el inconforme del Chacaltana. Yo
recordaré al Guadalupe por este chico, con un gran regocijo en mi pecho.
Y al duro, rijoso y
empedernido Cesáreo Chacaltana ese día sus colegas lo vieron llorar.
El Premio a la
Excelencia y la Medalla de Oro del Colegio Nuestra Señora de Guadalupe, que
significaba al mejor alumno de su generación, le fueron entregados en diciembre
de 1904, por el Presidente de la República del Perú, Dr. José Pardo, al alumno
Santiago Antúnez de Mayolo.
El año 1905 ingresó a
la Facultad de Ciencias de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, siendo
alumno predilecto del decano y matemático Federico Villarreal.
Al graduarse de
Bachiller en Ciencias, en el año 1907, recibió Medalla de Oro, siendo
condiscípulos suyos:
José de la Riva Agüero,
Manuel Prado, Oscar Miro Quesada, Pedro Dulanto, Juan Lavalle, José Gálvez,
Pedro Paz Soldán, Felipe Barrera, Max Arias Schreiber, y tantos otros, que con
el correr de los años dirigirían los destinos del Perú.
En 1908 emprende viaje
a Europa para seguir estudios en el Instituto Electrónico de la Universidad de
Grenoble en la ciudad del mismo nombre, situada al sur oeste de Francia, en la
región alpina, rica en caídas de agua como las tiene el Perú.
19.
Son obras portentosas
La hidroeléctrica del Cañón del Pato |
La modificación en los
condensadores eléctricos que hizo Santiago Antúnez de Mayolo se aplican hasta
el día de hoy en los aparatos radiorreceptores y equipos de la industria
electrónica. Y las obras de electrificación que investigó y diseñó en el Perú
son portentosas. Así:
La hidroeléctrica del
Cañón del Pato, inaugurada en 1958, genera 265 mil Kw. La central
hidroeléctrica del Mantaro, inaugurada en 1973, produce 1’014,000 kw. La
Central hidroeléctrica de Machu Picchu, inaugurada en 1974, genera 90 mil kw.
Estas tres centrales juntas representan el 45 por ciento de potencia de
electricidad generada en el Perú de hoy.
La central hidroeléctrica del Mantaro |
20.
Autenticidad de lo que es ser un hombre
Lo importante es que
sus obras, que tienen como origen los sueños, no son proyectos por comprobar
sino que son realidades tangibles, algunas de ellas ya realizadas para
proseguir en su potenciación. Son obras colosales que edifican, configuran y
proyectan al Perú hacia el porvenir.
La Central hidroeléctrica de Machu Picchu |
Santiago Antúnez de
Mayolo es el poeta de la luz, los ríos, las montañas, del átomo y de las
estrellas, para todos quienes luchan y tienen esperanzas en la autenticidad de
lo que es ser un hombre.
Texto que puede ser
reproducido citando autor y fuente
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NOTA:Transcrito del
blog de Nalo Alvarado Balarezo “Chiquian Querido”
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