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domingo, 11 de septiembre de 2011

El Día Que Cambió Nuestras Vidas.

"HUARACINOS DE LOS 70"
El sábado 30 de mayo del año 1970, para  todos y cada uno de nosotros era un fin de semana como cualquier otro, muchos habrían ido al cine, otros posiblemente estuvieron en una matiné para celebrar el cumpleaños de de algún amiguito probablemente bailaron la cumbia La pollera colorada, La bamba, etc.etc. Algunos chicos tal vez estuvieron canjeando fichas en la librería de Eleazar López, la librería Ancash. Maranata, u otra,  del álbum que estaba de moda en ese momento, o simplemente en casa arropado por el cariño del hogar. Nadie podía siquiera adivinar que al día siguiente nuestras vidas darían un giro de 360º.
Después de ese movimiento telúrico, de la estabilidad que gozábamos pasaríamos a experimentar inseguridad. Estuvimos viviendo en carpas y luego módulos tripley durante unos tres años. Marcó un antes y un después en nuestras vidas. Vimos tantos muertos que la muerte pasó a ser parte de la vida. Recuerdo la profunda pena que sentí, unos días después, al  ver a mi madre llorar la muerte de mi hermanita a escondidas para que sus hijos no sufriésemos, fué en ese momento en que recién con mis 9 años tuve consciencia  de la magnitud de lo que nos había pasado. Hoy que  falta mi mamá vuelvo a recordarla enjugándome las lagrimas cuando se dio cuenta de que yo la  había visto y una lagrima me aprisiona el pecho.  
TESTIMONIOS DEL DIA 31
Mi mama Amelia Sotomayor y mi hermana mayor. Justo la tarde del 31 mayo del 70,  decidieron  dejar por un momento a mi hermana (de un mes de nacida) en la casa mientras dormía. Ellas salieron a comprar su leche y cuando estaba a medio camino empezó el sismo. Mi mama ya no podía regresar porque las casas se caían y bloqueaban el camino. Después del sismo pidió ayuda a sus hermanos para buscar a mi hermana y encontraron la casa de dos pisos completamente caída. Todos pensaron lo peor y se pusieron a buscar entre los escombros. Mi mama nunca perdió la fe. Fue después de algunas horas que mi tío Jashi encontró a la bb con su carita llena de polvo a punto de asfixiarse. Mi mama le dio respiración artificial hasta que la bebita empezó a llorar para alivio de todos. Lamentablemente no muchos niños corrieron la misma suerte. Regina Carrillo Sotomayor  
Amigos: A propósito de lo que nos cuenta Regina, les comentó lo que pasó con mi familia el 31 de Mayo del 70. El día anterior, mi padre tuvo un compromiso y el domingo amaneció con la decisión de llevarnos al campo. Tenía alquilado un terreno por Nicrupampa. Nosotros no queríamos ir, porque había que preparar las tareas para el lunes, pero fue tan insistente que a los pretextos de que nos faltaban varias cosas, sacó su Ford Galaxie 500, un auto de esos enormes en los que entraba todo un batallón y nos llevó en la mañana a la librería López, para comprar todo lo que nos faltaba. Cuando volvimos a casa, subieron todos los demás y nos fuimos al campo, para preparar una pachamanca, de esas que ya no se prueban ahora.
Luego vino el terremoto terrible. Nuestra casa se vino abajo, de manera tal que si mi padre no hubiera insistido tanto para ir al campo, no estaría escribiendo esto. Pasaron muchas cosas extrañas y hasta milagrosas. Marco La Rosa Sanchez  
La noche antes del terremoto, mi padre soñó con su madre (muerta hace algunos años) la vio junto a su cama, le dijo que tenía que decirle algo...él tuvo miedo de su presencia y le dijo que te tenia sed para que mi abuelita vaya a buscarle un poco de agua. Mi padre quería despertar a mi madre que dormía junto a él... no lo consiguió! mi abuelita regreso y le dijo- no prendas la luz hasta que me vaya- pero mi padre estaba muy asustado, así que lo hizo, prendió las luces... y los focos reventaron...ella le dijo: toma a toda tu familia y vete de aquí, llévatelos muy lejos...!!! Mi padre nos conto este sueño (pesadilla) durante el desayuno y luego se fue a sus canteras, como todos los domingos... lo que siguió...ustedes lo han vivido también. Hay tantos misterios a los que la metafísica no ha podido aun responder...
Fue horrible...gracias a ustedes, sobrevivientes como yo, que puedo recordar esta horrible experiencia... hablando con ustedes, puedo evocar esta pesadilla o hablar de nuestra historia enterrada en esos escombros. Nunca he podido hablar de esta experiencia con nadie que no haya vivido algo similar...y no somos muchos en la tierra...son hechos excepcionales....  
En esos momentos sin día ni noche, detenido en el tiempo ...solo el dolor y el terror reinaban ...muchos heridos, muchos muertos y muchos que agonizaban por falta de ayuda...mi madre y yo figurábamos en la primera lista de muertos publicadas en Lima !!! La confusión creo más caos y dolor en los sobrevivientes y en las familias que Vivian fuera del callejón de Huaylas....
El barrio de Belén se destruyo por completo!! Tal vez porque era el barrio más viejo de Huaraz. Las casonas construidas principalmente en adobe y tapial no soportaron los sacudones del terremoto...no teníamos nada para cubrirnos y menos para beber un poco de liquido...teníamos tanto polvo en la boca y heridas por todas partes que no sabíamos por donde comenzar, si beber (lo que no había) curar nuestras heridas (con qué) pedirle ayuda a quien ...los pocos que quedábamos estábamos heridos y los otros muriendo o muertos ...no sé cuánto tiempo duro todo esto...solo sé que parecía una eternidad !!!  Amparo Huerta Depaz  
Mari la verdad es que yo recuerdo muy poco porque mi niñez no fue como la de cualquier niño y felizmente mi casa no se cayó pero sí estuvo muy deteriorada pero pude percibir el dolor de toda la gente y ese hecho a la edad que teníamos nos marco para siempre ........y claro que recuerdo de tu hermana por que fue un ser especia y muy linda .......................con mucho amor. Dorila Edith Ramirez Bojorquez   
El 31 de Mayo de 1970, restara un día muy triste y doloroso para mí, porque lo que viví ese día no lo olvidare nunca, siempre lo llevo en mi mente y cuando estoy con mis amistades siempre cuento ese episodio tan doloroso, no solo por lo que he vivido sino porque perdí mis tias, mis primas y mis amigas. Lilia Maguiña  
Me acuerdo cuando paso el terremoto pude ver desde mi casa la alameda y el polvo que cubrió todo Huaraz y se pudo ver luego todo ese desmonte y los gritos de los que quedaron enterrados que momentos más tristes. Waldo Camones Gonzales
  Nosotros, los Huaracinos de los 70', los que vivimos en el Huaraz de antes del terremoto y también la transformación de nuestra querida Ciudad, a casi 41 años del sismo, hoy tomamos el testigo de manos de nuestros mayores (muchos de ellos ya tristemente desaparecidos) para transmitir a nuestros descendientes, de primera mano cómo era  Huaraz y sus tradiciones. La memoria puede debilitarse con el tiempo, por eso es importante que todos unamos nuestros recuerdos para dejar un testimonio fidedigno de lo que fue nuestro terruño.
16 de Enero, aniversario del nacimiento de una niña irrepetible que ese 31 de mayo fue bruscamente arrancada de nuestra existencia. Hoy como todos los días estas en mi recuerdo querida hermanita Sarita.
Durante unos cuantos días por medio de la estación peruana del santa, los radioaficionados daban a conocer los nombres de los fallecidos, desaparecidos, etc. Era la única forma de saber de sus familiares para los parientes de lima y otros departamentos
Con mi familia pasamos esa noche a la intemperie, en la plaza de armas, justo frente a la Catedral en un colchón que trajo mi tío Lisandro Coral, hubieron muchas replicas, los niños no éramos conscientes todavía de las grandes pérdidas que tuvimos en la familia.   Maritza Maguiña Ramírez  
Al ver la fotografía, me trae recuerdos muy penosos de lo que pase aquellos momentos que estuve enterrado casi completamente junto a mi madre, y las personas que caminaban y otros corrían desesperadamente encima de nosotros, que al parecernos escuchaban los gritos de auxilio que pedíamos. Jose Jahico Nagayoshi Alegre
Maritza ... es como si me estuvieras hipnotizando y haciendo una regresión de mi vida pasada ... Mira, esta foto me recuerda que fui afortunado, es Santa Elena, verdad? Precisamente pasé por ahí minutos después del terremoto del 70, yo había estado en la iglesia de Belén, iba subiendo a la torre a tocar la campana, cuando por pura suerte vi una persona mayor que bajaba y como sabía que estaba haciendo una travesura di media vuelta llegué al 1er piso ... cuando empezó el terremoto!! Javier Barreto 
Pensar que sobre los escombros corríamos asustados tratando de hallar a nuestros padres, ojala no se repita nunca esta catástrofe en nuestra tierra bendita, que el Sr, de la Soledad nos guarde y nos proteja. Oscar Vargas Mayta

1 comentario:

  1. Día fatídico, me encontraba en la canchita de la Escuela Pre Vocavional 1700 de Aija, vi como ese piso (relleno) se abría y cerraba, las casas de adobe de inclinaban y se ergían, el movimiento era interminable, vi hacia los cerros aun siendo tarde salia chispas por el roce de las rocas desprendidas que se chocaban entre ellas. Los Aijinos que vivian en Rockna, huchún, Quirún, subian desesperados hacia Jirca (Buenos Aires) mi Barrio; luego se oyó un ruido fuerte y extraño, era que la Laguna de Karán se habia desbordado y el Rio Santiago arrasaba todo en su cauce; con mi madre ibamos hacia Quirún al rescate de mi abuelita, habia quedado atrapada entre los escombros de su cocina, mi tio Baudilio la habia sacado y la llevaba hacia mi casa pero faltaban mis tios Max y Pastor que venian de Palmira (La Banda), felizmente habian logrado pasar antes de que el caudal del rio suba. Ya en mi casa las replicas del terremoto eran fuertes, frente a mi casa que era terreno agrícola de la Familia Rodriguez fue invadida por nuestros paisanos que perdieron sus casas y pertenencias, todos teniamos cara de pánico, ya era casi de noche y no habia víveres, lo poco que teniamos en mi tienda les entregabamos a cambio de casi nada, muchos no sacaron dinero y tampoco querian regresar hacia sus casa destruidas; ningún Aijino durmió esa noche en su casa, era preocupación de mi Madre los bebes y los niñitos, tampoco teniamos mucho abrigo; había desolación. Pero este acontecimiento fortaleció muchas nuevas amistades. Asistimos y estuvimos juntos con la familia Camones Molina, su pesar era grande porque no se ubicaba a su hijo mayor (Gringo) que quedó atrapado en Melliso y luego una pulmonia produjo su sentido deceso. Una muerte similar de pulmonía se había producido en Recuay, el hijo mayor de don Rolando Ganzales que vino de Lima en busca de sus padres encontró esa trágica muerte. Ese terremoto fue la cereza del helado que trajo atrazo, desolación y letargo al avance de nuestra tierra Aija Bendita. Aldo Gaudencio Villacorta Flores

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