Huaraz Empresarial
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Por: Tito Maguiña
Una de las actividades más placenteras del ser
humano es comer, no importa lo que tengas delante tuyo, si el hambre apremia,
lo preciaras de sobremanera.
Hambre tenemos siempre y creo que esa es una
de la razones por las cuales hemos indagado el sabor de cuanta especie viva se
nos haya cruzado en nuestro camino y también de cuanta piedra hayamos
tropezado.
El Perú tiene una gastronomía muy variada, una
de las que por tener una despensa natural tan rica, ha ido moldeando no sólo
una pero muchas variantes regionales sólo comparada con la cocina china y en general
con la oriental. Lo que tenemos hoy día dentro de nuestro menú diario casero
está siendo modelado también por factores externos e influencias que siempre
han estado, por suerte, presentes en toda nuestra historia.
Si el año pasado el evento Mistura convoco 200
mil personas y la Expo Alimentaria 2010 generó ventas espectaculares de muchos
de nuestros productos agrícolas nacionales y propició un despertar en la
industria de alimentos procesados, es porque se ha logrado un nivel muy alto en
la cocina peruana en diferentes niveles que vienen desde la ama de casa que
tiene 10 soles diarios para levantar la olla para una familia de 5 miembros
hasta la apertura de escuelas especializadas en la formación de cocineros
profesionales.
La tendencia a mostrar lo que muchas veces es
un "secreto familiar" culinario, está fortaleciendo aún más el bagaje
gastronómico en cada lugar. Eso es bueno, porque ya no tenemos los parámetros
que no permitían el desarrollo de una culinaria más atractiva al paladar
nuestro.
Y
muchas veces el buen comer tiene consecuencias poco agradables ya que después
de saciar nuestra hambre, repetimos el plato para no desairar a nuestra ocasional
anfitriona. Pero siempre hay un antídoto para cada exageración y hasta para la
gula: Nuestros cada vez menos amigos emolienteros. También necesitan una tabla
de salvación porque sus conocimientos ancestrales se van perdiendo gracias a la
intromisión agresiva y perniciosa de la fármaco industria.
En
nuestras ciudades peruanas estamos viendo pasivamente como aparecen cadenas de
farmacias compitiendo codo a codo con los omnipresentes chifas, los hay de
todos los colores cada cual apelando a nombres inocentes angelicales o
nacionalistas. Es que cada vez nos enfermamos más o nos alimentamos peor?
Irónico en un país donde también tenemos el 80% de pisos ecológicos donde prácticamente
producimos una cantidad enorme de hierbas medicinales.
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